10.6.05

citando... tres preguntas a Gustavo Pérez, ceramista.

Entrevista con Gustavo Pérez
Artículos sobre cerámica y ceramistas
Gustavo Pérez: encuentro con la cerámica
Teresa Arduino y Dino Rozenberg
1990


Es un hecho que los ceramistas llegan a esta técnica desde distintos orígenes. Algunos vienen atraídos por las influencias orientales, otros por el lado de la artesanía, otros de las artes plásticas, como los pintores que hacen cerámica. Probablemente no se podría decir que Picasso o Francisco Toledo sean ceramistas, aunque hayan pasado por ella. ¿Por qué caminos llegaste tú a la cerámica y al barro?

Gustavo Pérez. Empecé en 71, y para mí el encuentro con el barro fue algo fundamental, un encuentro con el barro en el torno. No fue solamente descubrir las posibilidades expresivas y plásticas de la arcilla, sino manejarlas en ese instrumento maravilloso que es el torno de alfarero. A partir de ese encuentro se dio una pasión que no se ha agotado. Es la investigación de las posibilidades plásticas, estéticas, expresivas que el barro tiene a partir de lo que el torno puede dar.Veo la cerámica como oficio y como fundamento de lo que voy consiguiendo. Es el oficio de alfarero, como una técnica que permite producir cosas funcionales o estrictamente expresivas, formas plásticas no funcionales. O esta combinación ambigua en lo que ha resultado todo mi trabajo hasta el momento. Sí son formas tradicionales, en el sentido de que 99% de lo que produzco es vasija y tiene un fondo. En esa ambigüedad nos movemos muchos de los ceramistas que tuvimos la fortuna de entrar a la cerámica a través del torno. Es algo muy definitorio y difícil de abandonar, y que no se trata de abandonar, porque sus posibilidades son inagotables.

¿Es una búsqueda, hay que leer, hay que probar mucho, es como un laboratorio, o hay ciertas cosas que son arquetípicas y uno va detrás de ellas? ¿Cómo es que trabajas?

GP. Hay algo de todo eso. El taller es un laboratorio, hay muchas pruebas en proceso, muchos accidentes que suceden, y que es una de las fortunas que se pueden dar en el trabajo, que se equivoca uno con harta frecuencia. Llevo diez o doce años aprendiendo concientemente de cada pata que meto. Antes de reaccionar con enojo y botar lo que golpeé al pasar o porque se me cayó una herramienta encima de una pieza, observo con atención porque muchas veces ahí hay temas o soluciones técnicas. Son ideas concebidas muy poco "arcillosamente", pero que encuentran su materialización a partir del pincel que se me cayó sobre la pieza fresquecita y la echó a perder. Así hace falta aprender, son lecciones y posibilidades que aparecen, independientemente de lo racional, de lo técnico, de lo que mandan los cánones del oficio. Esa es una fuente importante para la creatividad.Hay que leer, pero no nada más sobre cerámica. Hay muchas búsquedas que son producto de la lectura de los novelistas y los poetas que a uno le importan, y para mí, hay muchísimo que tiene que ver con música.Porque el trabajo fue realizado con cierta música que me da un ritmo, o porque corresponde a algunas imágenes producidas por Bach o Mahler, o quién sabe. Hay muchas influencias como la obra de otros; es algo que en muchas ocasiones funciona como un espejo, como una referencia importante a la cual hay que acudir. Naturalmente no se trata de copiar a nadie, pero es importantísimo referirse a lo que ha conseguido tal o cual ceramista o pintor o músico. Claro que en este caso las referencias más fuertes son de la cerámica, las más inmediatas. Entonces hay que ir a buscar la cerámica maya y zapoteca, y hay que ver Jaina, y la de Occidente, lo chino y lo coreano, y toda la cerámica que se ha hecho en la historia, y que es referencia importante. Y con todo esto, quizá lo central, lo fundamental, es el trabajo cotidiano, que va a ser la fuente generadora de las siguientes necesidades de búsqueda de los encuentros fértiles.En muchas ocasiones voy al taller a ver qué hay, y a veces hay una secuela, un desarrollo, que pide ir al taller a continuar en ese punto. Muchas veces este punto en el cual hay que continuar es puesto a un lado para ir por otro sitio, y hay ocasiones que de lo que se trata es de llegar al taller a ver qué quiere el barro hoy. En realidad, puede pasar que no sepa qué voy a hacer con él, sabiendo que hay opciones múltiples. Quizá hay en un momento tres o cuatro temas, temas que podrían ser motivo de trabajo sistemático durante años.La posibilidad de concentrarse en uno de ellos es algo que sucede por lapsos más o menos largos, pero no definidos con total claridad.

¿Dibujas antes o trabajas directamente sobre el barro? ¿Pintas, haces notas?

GP: Dibujo y llevo un diario, y al estarlo haciendo pienso que mañana voy a llegar al taller a hacer eso que dibujé, pero creo que nunca jamás ha sucedido que haya concretado cosas dibujadas en los cuadernos. Son referencias, un contrapunto. Una pieza escrita o descrita no es de barro.
Entonces, al llegar al barro aquello es otra cosa. Es un material distinto, reacciona diferente, y a pesar de que al dibujar una pieza me refiero a todo lo que sé sobre la plasticidad y el comportamiento de la arcilla, naturalmente nunca puedo dibujarla como barro. Es solamente una referencia, otra vía expresiva, y es por ello que mi trabajo ha llegado en los últimos años a desarrollarse también sobre papel, pero sabiendo que es otra cosa, otro camino.

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